Bodas en Sevilla
BÁRBARA Y JOSÉ CARLOS
EL AMOR EN TODOS LOS RINCONES, FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA
El amor está presente en todo lo que vemos, y también en lo que no vemos: en los sabores, en los detalles, en las canciones, en las imágenes… A veces nos cuesta reconocer que está ahí, pero cuando lo hacemos sabemos que estamos tocando la felicidad con nuestras manos, y eso es inexplicable. Lo reconocimos en FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA cuando conocimos a Bárbara y José Carlos, pues una cámara sí puede contar esa felicidad. Ellos tienen la enorme suerte de haber encontrado esa sensación y hacerla suya para siempre.
EL AMOR EN LA MÚSICA, POR FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA
Sonaban violines, y no cualquier violín, sino unos muy especiales, únicos. Eran mágicos porque estaban recostados sobre los primos de José Carlos, cuando alguien con tanta ilusión sostiene las notas musicales no puede salir otra cosa que amor. FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA se encargaron por su parte de transformar esa música en imágenes, retratos donde la pasión y el cariño se retratan para quedar siempre en el recuerdo de todos los que allí estuvieron compartiendo el encuentro.
Bárbara y José Carlos se conocieron en la Cruz Roja hace diez años, y han querido sellar ahora lo que el tiempo ha construido, lo hicieron en casa de los padres de Bárbara, un lugar muy familiar y lleno de bonitos recuerdos de la infancia, cuando ella aun soñaba con cómo sería su futuro. Hoy son tres, y Valentina es ahora quien juega en el jardín, con catorce meses la pequeña ya sabía que algo importante se avecinaba, y vivió el día con la misma ilusión y ganas que sus padres, esa inocencia fue captada por la lente de FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA.
No solo sonaron violines ese día, sonaron risas, copas chocando pidiendo un brindis por ellos, los novios, se oían taconeos y también se escuchaban los nervios latiendo hacia el altar. Pero alguien muy especial quiso también dedicarle a la pareja sus sentimientos con la música, fue la hermana de la novia, quien también la maquilló. Solo entre hermanas se pueden entender ciertas cosas, pues la complicidad que existe entre ellas es única, nadie como ella para mimarla desde primera hora de la mañana hasta el último minuto de la celebración, FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA estuvo ahí para verlo. La hermana de Bárbara, que además es maquilladora profesional, puso todo su empeño en que todo fuera como su hermana había deseado siempre y lo logró.
UNA SONRISA VALE MÁS QUE MIL PALABRAS, POR FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA
No hay nada más bonito que la sonrisa de una mujer provocada por el hombre con el que comparte su vida, la que José Carlos provoca en Bárbara es especial, está llena de complicidad, de confianza, de respeto y de ilusión. Una ilusión que perdura con el tiempo, eso es algo que no se puede ocultar a la cámara, y de la que no todo el mundo puede presumir. Todo ello por supuesto, fue advertido por FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA. José Carlos también comparte esa sonrisa, y su mirada se ilumina al hablarnos de ella, de la chica que le enamoró hace diez años, y con la que comparte una preciosa niña, quien les mira todo el tiempo con orgullo desde las banquetas del precioso lugar donde la pareja se comprometió a cuidar su amor. Ellos también la miraban y durante toda la ceremonia seguro estaba todo el tiempo en su pensamiento, y junto a Valentina, el resto de familiares y amigos que acudieron al compromiso también estaba allí, acompañándoles con fuerza. Fue una boda entre amigos y familiares cercanos, algo muy íntimo, donde cada uno llevaba puesta su mejor sonrisa.
La boda se celebró en Chiclana de la Frontera, hasta donde se desplazó FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA, ‘’Gaditanísima Chiclana’’ como muchos la llaman y como no podía ser de otra manera, el tiempo estaba con ellos. Se respiraba esa brisa característica de la Bahía de Cádiz, lugar donde no faltan las flores, como en el jardín de Bárbara, pues ella se encargó personalmente de decorarlo a su gusto para todos sus invitados, de ponerle color y sabor a la noche. En la intimidad del convite, situación donde sin duda los sentimientos afloran más fácilmente, pudimos ver a muchos sincerarse, contando historias pasadas y secretos que habían prometido no contar a nadie, pero la ocasión requería sacarlo a la luz para rememorar con otros amigos un momento pasado de felicidad.
FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA presenció los bailes de la pareja, cargados de sentimientos y de ganas por seguir creciendo juntos, de compartir nuevos sueños y de crear momentos únicos. Y todos los que allí estaban, que también pudieron comprobarlo estarán ahí siempre para ayudar a hacer posible todas sus ilusiones.
Sí, el amor estaba con ellos, estaba en la música de los violines, en la voz de la hermana de Bárbara, en la mirada de Valentina, en la sonrisa de la novia y en los ojos de José Carlos. Estaba la pasión en cada detalle del jardín, en los recuerdos de la infancia, en cada granito de arena que puso cada familiar y amigo que los acompañó. Pero había tanto amor que sobraba para seguir usándolo en el futuro, por muchos años más y para ponerlo en nuevos acordes, en nuevas sonrisas que llegarán. Desde FOTÓGRAFOS CHICLANA DE LA FRONTERA aportamos un gramito más de amor si cabe para desearles un futuro muy feliz al matrimonio.
Fotógrafos Sevilla | Antonio González